domingo, 30 de septiembre de 2012

ACTIVIDAD 2

En esta actividad 2, los compañeros y compañeros de la clase tenían que escribir un verbo y una frase al azar. Después, otro grupo, sobre esos datos, debía inventar una historia.
He aquí dos divertidas:
Actividad 2 de Pamela, Edurne e ÍñigoG (1º ESO)                          14/09/2012
INCUBAR
En frente de una espléndida casa, había un bonito árbol en el que un pajarito incubaba su huevo.
Yo, que pasaba por ahí, vi el nido y vi un huevo que estaba a punto de nacer. Yo yo, sin pensármelo dos veces, cogía una piedra y se la lancé.
Cuando ya estaba en casa, me sentí culpable por lo que hice con el pobre huevo y pensé que lo mejor sería volver y cuidar el huevo hasta que naciera. Cuando llegué y cogí el huevo, vi que estaba a punto de nacer; me sentí muy emocionada y, como estaba muy contena, tejí un vestido para el precioso pajarito que iba a nacer.
Yo quería que ese pajarito fuera lo mejor que me hubiese pasado y estaba segura de que iba a ser la mejor mascota.
Unas horas antes de nacer, le llamé a un amigo veterinario para que no sucediera nada malo con mi pajarito “Piedrazo”. Cuando nació, todos nos quedamos alucinando porque era… ¡MITAD HUMANO, MITAD PÁJARO! :P
Actividad 2 de Sergio, Diego e ÍñigoB (1º ESO)                          14/09/2012
EL BATRACIO
 Yo era un aventurero de mil expediciones, mis descubrimientos, ya curtido en mil batallas, el África subsahariana, Arabia, el Tíbet… Yo estaba en mi casa tomándome una café y leyendo un buen libro: Los pilares de la tierra, de Ken Follet. Cuando dejé (o, al menos, lo intentaba) el café medio vacío en la mesa para cambiar de página… Riiiing, la taza de café al suelo y mi sofá y yo a hacerle compañía. Era Yokomel Mokitos, mi jefe en el cuarte de la asociación en Asia:
- Hola, Jolge, soy Yokomel Mokitos y necesito que vayas al Amazonas, pues unos aldeanos vieron moverse un seto y, de repente, fiumm, un enorme animal se subió a un árbol.
Cogí mi equipo y me fui al aeropuerto, donde había comprado un billete para el Sónico, un avión de superlujo que cruza los cielos a 1.000 km/h; mentira, cochina, era una barcaza destartalada y vieja que cruzaba los mares a la velocidad de un caracol. El motor de 23 años retumbaba y escupía un humazo negro a cada metro que avanzábamos. Llegamos en seis meses, yo ya estaba harato, y luego me pasaron la factura: 8.000 dólares por esa tartana llena de óxido y guano de gaviota.
Luego llegué en jeep al corazón del Amazonas, la mezcla entre mosquitos y barro manchaba el parabrisas. Al final, llegué al refugio y me dieron el material. Tras horas caminando por la selva y la humedad horadando mi espíritu otrora indomable, abriéndome camino gracias a mi machete, me quedé paralizado: encima de un árbol vi un batracio. Era un buen ejemplar, de unos dos metros y, creo, que 80 kilos. Era algo así comoo una megamangosta, con patas de caballo, cuerpo de castor, cola de anquilosaurio y cabeza de águila, lo sedamos y nos lo llevamos al refugio en Laos, donde había una reserva de animales con este nombre: ¿Es la embajada de Laos? ¿Sí? Pues póngame uno de vainilla (ELEDLSPPUDV). Allí recibió millones de visitas y se convirtió en el animal más laureado del mundo.

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