jueves, 18 de octubre de 2012

Poema del cuervo valeroso

Sergio, de 1º ESO C, nos propone este poema:

Hubo una vez en la sierra
un cuervo con un pelaje precioso.
Un día, planeando la montaña
junto a los enormes quebrantahuesos,
un animal descompuesto y hecho migraña.
Fue ver a los enormes buitres
cogiendo los huesos y subiendo en los cielos
de España
subir y subir, para luego los huesos
despeñar y crujir.
Una gran osadía planeó,
se acercó al animal y sus huesos empezó
a taladrar y...
¡Crass! Su pico destrozado,
de arrogancia había pecado
intentando triturar el venado.
Con eso una gran lección aprendió,
que le hizo más su papel de
carroñero pequeño comprender:
otro duro hueso no quería...
¡volver a ver! 

:D

lunes, 15 de octubre de 2012

ACTIVIDAD 8

Después de haber escrito nuestro autorretrato, en esta actividad debíamos observar a algún desconocido y proceder, luego, a redactar su descripción. La hemos titulado "Retrato y vida de un desconocido".

Berkin hizo uno muy bueno:
  Estaba en mi casa jugando con mi hermano; era un día tranquilo y soleado, parecía que no había ni un alma, aunque tarde o temprano alguien tendría que aparecer.
  Estaba en lo cierto, una persona llamó a la puerta y, cuando abrí, lo vi bien. Era una persona alta, un poco rechoncha, pero parecía amable. Tenía ojos marrones y pelo castaño. Llevaba gorro, camiseta amarilla, pantalón vaquero, deportivas y se le veía la retaguardia cuando se agachaba.
  Estuvimos hablando un buen rato. Me dijo que se llamaba José. Después se fue. Estuve pensandoo en su vida: se levanta cada mañana, bebe agua, se viste y se va a trabajar. Tiene un lamborghini murciélago muy moderno, para mí que es traficante. Cuando vuelve, se ducha y va al hospital a ver a su abuela junto a su familia. Lo malo es que no está casado, pero a mí eso no me importa mucho. 
  Cuando acabé, seguí jugando con mi hermano. 

Íñigo ha escrito un retrato fantástico:
  Hoy he visto a un tío muy raro, tiene los ojos azules oscuros como la noche, tiene la cabeza afeitada y una cicatriz enorme que le pasa por el ojo, mide más de metro noventa y viste con una cazadora de cuero negro y una camiseta blanca con unos relámpagos amarillos dibujados, unos vaqueros rotos y unas zapatillas de deporte.
  De verle, me fui al parque a jugar con mis amigos y, cuando volví a casa, le vi en el pasillo hablando con mi madre. Cuando se fue, mi madre me dijo que "ese hombre" se había mudado al piso de arriba, también me dijo que se llamaba Rex. 
  Me pidió que fuera a comprar el pan y cuando abrí la puerta, Tim se escapó y se fue al piso de arriba y volví a ver a Rex con un doberman enorme (macho) con el que Tim... ¡¡estaba jugando como un loco!! Rex me dijo que su perro se llamba Dino. Hablamos sobre curiosidades de nuestros perros. Parece que al final no hay que juzgar un libro por su portada. 
 

domingo, 14 de octubre de 2012

ACTIVIDAD 7

En esta actividad, hemos tenido que hacer nuestro autorretrato (siguiendo las siete etapas del proceso de escritura). Tuvimos de modelo el autorretrato que uno de los mejores escritores de la lengua castellana, Miguel de Cervantes, escribió en el prólogo de su libro Novelas ejemplares.

Lo ponemos aquí, porque a nosotros nos gustó y nos sirvió de ejemplo:



"Éste que veis aquí, de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada, de alegres ojos y de nariz corva, aunque bien proporcionada; las barbas de plata, que no ha veinte años que fueron de oro, los bigotes grandes, la boca pequeña, los dientes ni menudos ni crecidos, porque no tiene sino seis, y esos mal acondicionados y peor puestos, porque no tienen correspondencia los unos con los otros; el cuerpo entre dos extremos, ni grande, ni pequeño, la color viva, antes blanca que morena; algo cargado de espaldas, y no muy ligero de pies; este digo que es el rostro del autor de La Galatea y de Don Quijote de la Mancha , y del que hizo el Viaje del Parnaso, a imitación del de César Caporal Perusino, y otras obras que andan por ahí descarriadas y, quizá, sin el nombre de su dueño. Llámase comúnmente Miguel de Cervantes Saavedra. Fue soldado muchos años, y cinco y medio cautivo, donde aprendió a tener paciencia en las adversidades. Perdió en la batalla naval de Lepanto la mano izquierda de un arcabuzazo, herida que, aunque parece fea, él la tiene por hermosa, por haberla cobrado en la más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos, ni esperan ver los venideros, militando debajo de las vencedoras banderas del hijo del rayo de la guerra, Carlos Quinto, de feliz memoria".

ACTIVIDAD 6

En esta actividad 6 aprendimos cuáles son las etapas del proceso de escritura, y nos centramos en dos que pueden no parecer importantes: el almacén o lluvia de ideas y el borrador.
Lo mejor de estas dos etapas es que uno puede hacer lo que quiera con las ideas y con lo que escribe: dibujar, utilizar el lápiz, borrar, hacer un organigrama, dibujar flechas tachar, cometer faltas de ortografía, emborronar, torcerse, poner lo primero que se te ocurra... ¡La verdad es que es divertido, porque te dan mucha libertad!


ACTIVIDAD 5

En esta actividad 5, teníamos que darle la vuelta completamente al poema, de modo que dijéramos exactamente lo contrario de lo que dice... :D Primero ponemos el poema original, de Rosalía de Castro, y luego cuatro nuestros, ¡a ver qué os parece!:

Rosalía de Castro:


A ALGUIEN QUE HA MUERTO

¡Cuán tristes pasan los días!...
 ¡Cuán breves... cuán largos son!...
 Cómo van unos despacio, 
 y otros con paso veloz... 
 Mas siempre cual vaga sombra 
 atropellándose en pos, 
 ninguno de cuantos fueron, 
 un débil rastro dejó. 
   
       ¡Cuán negras las nubes pasan, 
 cuán turbio se ha vuelto el sol! 
 ¡Era un tiempo tan hermoso!... 
 Mas ese tiempo pasó. 
 Hoy, como pálida luna 
 ni da vida ni calor, 
 ni presta aliento a las flores, 
 ni alegría al corazón. 
   
       ¡Cuán triste se ha vuelto el mundo! 
 ¡Ah!, por doquiera que voy 
 solo amarguras contemplo, 
 que infunden negro pavor, 
 solo llantos y gemidos 
 que no encuentran compasión... 
 ¡Qué triste se ha vuelto el mundo! 
 ¡Qué triste lo encuentro yo!...


Y justo lo contrario, mucho más positivo, de Carlos (1º ESO B):

A ALGUIEN QUE HA SOBREVIVIDO

¡Cuál bonitas las semanas!...
¡Qué largas... qué cortas van!...
Cómo van unas alegres...
y otras con paso despacio...
Mas siempre cual vagan las sonrisas
arreglándome en mi corazón,
de muchas de cuantas quedaron,
un fuerte rastro quedó.

¡Qué nubes más bonitas pasan!
Cuánto brilla el sol.
¡Es un tiempo tan hermoso!
¡Pero este tiempo no pasó!
Hoy, como una alegre luna,
queda vida y calor,
que presta aliento a las flores
y alegría al corazón. 

¡Qué alegre se ha vuelto el mundo!
¡Ah! Por doquiera que voy
mucha felicidad contemplo,
que infunden un blanco dulzor.
Mucha felicidad y dulzuras
que encuentran compasión...
¡Qué contento se ha vuelto el día!
¡Qué alegre me encuentro yo!

Y Pamela (1º ESO A) dice:

A ALGUIEN QUE HA NACIDO

¡Cuán alegres pasan los días!
¡Cuán largos... cuán breves son!...
¡Cómo van unos veloz,
y otros van despacio...!
Mas siempre cual rayo de sol.

¡Cuán alegres las nubes pasan!
¡Cuán alegre se ha vuelto el sol!
¡Es un tiempo tan hermoso...!
Y ese tiempo empezó.
Hoy, como alegre luna,
de vida y de calor,
presta aliento a las flores,
y alegría al corazón. 

¡Cuán alegre se ha vuelto el mundo!
¡Ah! Por dondequiera que voy
solo felicidad contemplo,
que infunde rojo pasión,
solo alegría y pasión
que solo encuentran compasión...
¡Qué alegre se ha vuelto el mundo!
¡Qué alegre lo encuentro yo!

Edurne (1º ESO D) también lo puso en positivo:

A ALGUIEN QUE HA NACIDO

¡Cuán alegres pasan los días!
¡Cuán largos... cuán breves son!...
¡Cómo van unos con paso veloz,
y otros despacio... como yo!
A treinta por hora van,
ya no sé ni a cuántos voy,
un fuerte rastro dejó.

¡Cuán blancas las nubes pasan!
¡Cuán alegre se ha vuelto el sol!
¡Es un tiempo tan hermoso...!
Mas ese tiempo no pasó.
Hoy, como una brillante luna,
de vida y amor,
presta aliento a las flores,
y da alegría al corazón. 

¡Cuán alegre se ha vuelto el mundo!
¡Ah! Por doquiera que voy
solo alegrías contemplo,
que infunden blanca emoción,
solo risas y alegrías
que no encuentran su señor...
¡Qué alegre se ha vuelto el mundo!
¡Qué alegre lo encuentro yo!

Igual de alegre es el poema-vuelta de Diego (1º ESO B):

¡Cuán alegres sonlos días!
¡Cuán geniales... cuán buenos son!...
¡Cómo van unos alegres,
y otros tanto, no!
Mas siempre cual buena luz,
sin tristeza alguna en pos,
muchos no se fueron
y aun así buen rastro dejó.

¡Cuán blancas las nubes pasan!
¡Cuán alegre se ha vuelto el sol!
¡Es un tiempo tan hermoso...!
Es tiempo maravilloso,
que aún no pasó.
Hoy, como brillante sol,
da vida y calor,
les da aliento a las flores,
y alegría al corazón. 

¡Cuán alegre se ha vuelto el mundo!
¡Ah! Por dondequiera que voy
solo alegrías contemplo,
que infunden blanca luz,
solo diversión y juegos
que encuentran fácil solución...
¡Qué alegre se ha vuelto el mundo!
¡Qué alegre estoy yo!

¿Os han gustado?

miércoles, 10 de octubre de 2012

La maldición del bosque

Hubo algún tiempo
en el que un mago
dominaba el bosque,
que, por envidia, echó
una terrible maldición:
"Animales, una maldición os imploro,
cada vez que el bosque goce de felicidad,
inundaré de fuego y destrucción el bosque".
Sin hacer caso del brujo,
en el bosque era todo felicidad
desde el buho con pelaje color orujo
hasta las ardillas cuyos ojos
se distinguen en la oscuridad.
De repente, el fuego cobró vida
en una ramita, que poco
a poco iba quemando el bosque
con una maldad infinita.
Menos mal que los animales iban
huyendo, pues su paraíso se
estaba destruyendo.
La catástrofe se estaba
abatiendo sobre el bosque.
Al final, el oscuro hechicero
asestó un golpe certero.
El bosque perdía
su aliento
entre tanto sufrimiento.

Otra estupenda creación literaria de Sergio. ¿Os animáis a continuar con la historia y el poema?

jueves, 4 de octubre de 2012

Ese cochinillo maldito :D

A la cena de Navidad
con mi jefe debo ir
y para mostrar la bondad
ni un insulto le voy a dirigir.
Pasan horas y horas
entre ensaladas por doquier
y el cochinillo entre las brasas
comprueban su carne con un alfiler.
Por fin un entrante
en aquel oscuro restaurante.
Lo caté y mmm, ¡qué bueno!
Ya en el coche hacia casa
me empezó a doler la patata,
había pasado factura el cochinillo,
me estaba destrozando el higadillo.
La terrible historia tuvo fin,
¡¡¡no caté gorrín hasta San Fermín!!!
Me pasó factura en el corazón,
¡¡¡vaya atracón!!!

Sergio Ferrero, 1º ESO C, 2 de octubre de 2012

¿Os gusta?

domingo, 30 de septiembre de 2012

ACTIVIDAD 4

En esta actividad 4, el objetivo era crear el mejor cuento "enano", de un máximo de dos líneas, a partir de este otro; al final, encontrarás un buen cuento enano :D:



CUENTO PARA PENSAR


No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas adyacentes cayeron en un conflicto. Este fue el primer conflicto serio que tenían en 40 años de cultivar juntos hombro a hombro, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes en forma continua. Esta larga y beneficiosa colaboración terminó repentinamente. Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo hasta llegar a ser una diferencia mayor entre ellos, hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio.
Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis. Al abrir la puerta, encontró a un hombre con herramientas de carpintero. "Estoy buscando trabajo por unos días", dijo el extraño, "quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda ser de ayuda en eso".
"Sí", dijo el mayor de los hermanos, "tengo un trabajo para usted. Mire, al otro lado del arroyo, en aquella granja, ahí vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor". "La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros y él tomó su buldózer y desvió el cauce del arroyo para que quedara entre nosotros".
"Bueno, él pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor. ¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero?, quiero que construya una cerca, una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca más."
El carpintero le dijo: "Creo que comprendo la situación. Muéstreme donde están los clavos y la pala para hacer los hoyos de los postes y le entregaré un trabajo que lo dejará satisfecho." El hermano mayor le ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja por el resto del día para ir por provisiones al pueblo.
El carpintero trabajó duro todo el día midiendo, cortando, clavando. Cerca del ocaso, cuando el granjero regresó, el carpintero justo había terminado su trabajo.
El granjero quedó con los ojos completamente abiertos, casi se cayó del caballo. No había ninguna cerca de dos metros; en su lugar había un puente. Un puente que unía las dos granjas a través del arroyo. Era una fina pieza de arte. 


Un buen resultado es el conseguido por Sergio:

Hace algún tiempo, dos hermanos entraron en un rifirrafe y el pequeño se apartó, reubicando el cauce de un río, pero un carpintero salvó a los hermanos uniéndolos con un puente.

MÁS DE LA ACTIVIDAD 3

JEROGLÍFICO 2, de Renato: